Lepra o abolladura en almendro
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- Cultivo: Almendro
La lepra o abolladura es una enfermedad muy recurrente en los frutales de hueso. Afecta principalmente a los melocotoneros, pero también aparece en cultivos como el de los almendros y albaricoqueros. No obstante, es importante tenerla en cuenta, ya que cuando aparece puede traernos resultados muy negativos para nuestro cultivo. Por eso, en este artículo queremos que conozcas todos los posibles síntomas que presenta esta enfermedad. Solo así podrás detectarla a tiempo y actuar. También te explicaremos las principales medidas preventivas y culturales que te ayudarán a minimizar o eliminar la aparición de la lepra o abolladura en almendros.
Características de la abolladura o lepra del almendro
Al igual que en otras enfermedades de los almendros, la abolladura o lepra del almendro es causada por un hongo ascomiceto llamado Taphrina deformans y afecta principalmente a hojas y frutos tiernos. Con lo cual, detectarlo es muy sencillo, ya que solo habrá que fijarse en el color y la forma de las hojas para saber si el hongo está presente. El desarrollo se dará principalmente en la primavera cuando las lluvias son constantes y el clima cálido.
Se ha podido comprobar que el principal impulsor de este hongo es la temperatura. Y es que en la época de brotes, cuando la temperatura ambiental alcanza y se mantiene en unos 20 grados, el Taphrina deformans a campa a sus anchas y sigue su desarrollo infecciosos. No obstante, al cruzar la línea de los 30 grados, este hongo detiene por completo su actividad.
Principales síntomas de la abolladura o lepra de almendro
Uno de los primeros síntomas que veremos en nuestra planta será la aparición de un polvo blanco sobre las hojas. Si dejamos pasar el tiempo este polvo hará que en los brotes y las hojas aparezcan manchas de color rojizo que después se hincharán y deformarán. De ahí el nombre de lepra, ya que como resultado tendremos plantas con bultos rojizos que recuerdan mucho a la lepra.
El momento más propicio para que ocurra la infección es antes o justo cuando brotan las yemas de las ramas. Este hongo puede permanecer durante todo el invierno en las yemas y después despertar cuando las condiciones ambientales de humedad y temperatura sean las adecuadas. Por eso, como veremos más adelante, la eliminación de los órganos afectados es esencial para prevenir el contagio en futuras cosechas.
De forma visual el almendro presentará unos síntomas que se pueden detectar a simple vista y es que, además de enrojecer las hojas, estas se ondulan y retuercen sobre sí mismas dejando una apariencia de bulto rojo. Así mismo las ramas también se tornarán de
color rojo. En cuanto a los frutos, aparecerán verrugas y abolladuras amarillentas que, a medida que la infección avance, irán volviéndose también rojas.
En las siguientes fases de la infección, si no realizamos el tratamiento para la abolladura, el amendro puede presentar una defoliación prematura que pondrá en riesgo el rendimiento general de nuestra planta. También empezaremos a ver que los brotes más jóvenes o los que empiezan a salir, adquieren una forma curvada y oscura. Tanto los frutos, como ramas y hojas, se momificaran y morirán, quedando de un color blanquecino muy característico.
Cómo prevenir o controlar la enfermedad de la abolladura o lepra de almendro
En primer lugar se debe tener en cuenta que toda acción que se haga previamente al brote de los frutos será más efectiva. Y es que se ha podido conocer que, una vez los frutos salen, esta enfermedad se vuelve verdaderamente difícil de erradicar. Por eso, actuar de forma eficaz incluye una rutina de observación de las plantas. Solo así podremos detectar los síntomas de la abolladura almendro a tiempo y proteger los frutos.
PODA: Si nuestro árbol presenta síntomas de infección deberemos podar las hojas o las ramas con indicios de haber sido atacadas. No solo por que así el producto fitosanitario que utilicemos será más efectivo, si no porque, como ya hemos comentado, este hongo puede permanecer en las yemas de las ramas e infectar en la siguiente primavera.
FERTILIZACIÓN Y NUTRICIÓN: una de las medidas preventivas más determinantes para esta enfermedad es la correcta nutrición de la planta. Por lo tanto, asegurarnos de nutrir, fertilizar y regar nuestro cultivo, nos asegurará que los almendros estén suficientemente fuertes en la época de más infecciones.
PRODUCTOS FITOSANITARIOS: se pueden utilizar diferentes sustancias bactericidas complementarias con un tratamiento eficaz. Por ejemplo, aquellas sustancias orgánicas y naturales a base de ajo, jengibre o miel pueden resultar muy eficaces en estos casos. Así mismo, se puede combatir la lepra del almendro con fungicidas químicos de naturaleza carboximida como captan o compuestos cúpricos. De forma preventiva, también se pueden usar fungicidas diluidos con agua aplicados con cierta periodicidad.
MOMENTOS PARA USAR PRODUCTOS: El momento en el que se utilicen los fungicidas es crucial para tener éxito en la erradicación o control de la enfermedad. Existen dos periodos óptimos para realizar la aplicación. El primero es en otoño, cuando se caen las hojas y cuando comienza la primavera que justamente es cuando las yemas se hinchan y brotan.
Como siempre con el uso de los productos fitosanitarios es importante revisar el registro de productos autorizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Así como leer siempre las recomendaciones y los plazos de seguridad que cada producto lleva suscrito. Solo así podrás asegurar que las medidas sean eficaces y tu cultivo no resultará infectado.
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